29 marzo 2022
Las experiencias en entornos poco convencionales y si puede ser con un toque deluxe, mejor emergen como alternativa a los hoteles tradicionales, dando un impulso a las reservas en algunas zonas "fuera de ruta".
Elegir ahora una escapada va mucho más allá de decidirse por un destino. Vivir experiencias inolvidables es el principal objetivo que se han marcado los españoles tras la pandemia y de cara a las próximas vacaciones de Semana Santa. Y los alojamientos juegan un papel clave en esta aventura. Es lógico que los hoteles burbuja, conventos, palacetes o cabañas se hayan convertido en los alojamientos más demandados. Según datos de Weekendesk.com, un portal especializado es escapadas temáticas y turismo de proximidad, los alojamientos singulares han experimentado un importante incremento en su demanda.
La oferta de estos alojamientos atípicos, con servicios originales y un enfoque de lujo, ha contribuido a dar un importante impulso a muchas regiones en nuestro país, como Valencia, Cataluña o Extremadura, donde las reservas de este tipo de hoteles han aumentado un 37 por ciento en comparación con el periodo previo a la pandemia.
Entre los alojamientos poco convencionales se encuentran los glamping, con el aliciente de dormir bajo las estrellas. Su originalidad y comodidad están revolucionando el concepto de acampada. Y una de las versiones con mayor tirón son las habitaciones burbuja, situadas en medio de la naturaleza, dentro de un espacio lo suficientemente amplio para garantizar la absoluta privacidad.
Un buen ejemplo es el Hotel Zielo Las Beatas, en Villahermosa (Ciudad Real), que ofrece paquetes de vacaciones con desayuno, cena tradicional y acceso al spa. En el entorno, la oferta de actividades al aire libre es infinita: senderismo, ciclismo, piscina y hasta contratar un bautizo de buceo.
Mabel Figueruelo